Un hombre iba por un camino, con un pesado saco de patatas sobre su espalda, caminaba lento y sufridamente. Dios, que lo veia, le preguntó: "¿hacia dónde vas con ese saco de patatas?". El hombre miró hacia el cielo y le respondió, insolentemente: "¿por qué me lo preguntas si Tú lo sabes todo?". Y siguió su camino.
En otro lugar, alejado de allí, otro hombre iba cargando una carretilla llena de ladrillos. Dios, que lo veía, le preguntó: "¿hacia dónde vas con esa carretilla?". El hombre respondió: "voy al pueblo". Dios le dijo: "¿quieres que te ayude con esa carga?". El hombre le contestó: "Puedo solo".